La expresión "arquitectura nómada" parece una contradicción en los términos, pero no lo es si recordamos las casas que utilizan ciertas tribus como los iglús de los inuit, la yurta de los mongoles o las chozas de los fulani. En el pasado fueron los tipis o tiendas cónicas de piel que utilizaban las naciones indias de las praderas norteamericanas.
Los fulani son un grupo étnico de origen desconocido que se desplaza por las regiones del oeste de África: Ghana, Mauritania, Senegal, Guinea, Camerún, Costa de Marfil… Sus principales actividades son el pastoreo, la cría de animales y el comercio itinerante. También llamados fula, se incluyen entre los pueblos nómadas más notables de la geografía humana y uno de los primeros grupos étnicos africanos que han adoptado la religión islámica. Su lengua está clasificada en el grupo lingüístico Niger-Congo.
Los fulani son un grupo étnico de origen desconocido que se desplaza por las regiones del oeste de África: Ghana, Mauritania, Senegal, Guinea, Camerún, Costa de Marfil… Sus principales actividades son el pastoreo, la cría de animales y el comercio itinerante. También llamados fula, se incluyen entre los pueblos nómadas más notables de la geografía humana y uno de los primeros grupos étnicos africanos que han adoptado la religión islámica. Su lengua está clasificada en el grupo lingüístico Niger-Congo.
Viven en chozas con forma de cúpula que construyen las mujeres como en la mayoría de las tribus nómadas africanas. Estos primitivos hogares son alojamientos temporales a los que retornan en el curso de sus migraciones periódicas. La choza se construye en torno a la cama que ocupa el centro de la estancia. Es una estructura de madera levantada sobre unos soportes que se cubren con alfombras de hojas mezcladas con lana. Las hojas se recogen de los alrededores del poblado y han sido mojadas en el fango de un arroyo, la orilla de un río o un pozo. Las alfombras, una vez humedecidas y dobladas, forman una ensambladura similar a los iglús. Cuando fraguan son sólidas e impermeables aunque después de cada estación (seca o húmeda) son remplazadas.
La puerta de entrada está orientada en dirección contraria a los vientos para impedir la entrada de polvo y suciedad. Más que de una casa se trata de una amplia habitación que usan poco pues realizan sus actividades cotidianas en el exterior. Un auténtico fulani prefiere dormir al aire libre. Con frecuencia levantan la casa cuando alguien que consideran importante anuncia su visita: el jefe de una tribu, un viejo amigo o un comerciante. Entonces entran con el forastero y se sientan alrededor de la cama (símbolo de la hospitalidad) para hablar, contar historias o negociar. La vivienda de los Fulanis es, en el fondo, un accidente eventual en medio de la naturaleza. Dicho de otro modo: una casa para los Fulani no es una necesidad primaria ni el centro de la vida familiar sino un refugio ocasional para otros fines.
Actualmente, las chozas han sido sustituidas por viviendas portátiles. La Chanfrein Home, por ejemplo, es una casa modular, parecida por su diseño y versatilidad a una caravana sin ruedas. Construida con materiales "respetuosos del medio ambiente", más allá de la forma estética es un abrigo ideal para disfrutar de una "vida nómada” y otras historias del ancho mundo. Este mini hogar móvil puede ser instalado en el interior de un bosque canadiense, en un recodo del Amazonas, en la taiga siberiana, al pie de un ocho mil, o, con menos pretensiones, en la arena de una playa o en medio de un prado. (Nótese que la expresión "casa prefabricada" no se utiliza nunca"). ¡Pregunte precios y condiciones, son bastante razonables!
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