martes, 26 de septiembre de 2023

Minima moralia

 

Otra versión del pecado original o mito de la caída. Un amigo, ahora conocido de tercera, aficionado al golf se encontró hace tiempo en el hoyo 12 del Club de Campo un putter Scotty Cameron de última generación, unos seiscientos euros. Lo echó a la bolsa para devolverlo en la casa club, pero tenía prisa por ir al dentista. Se le olvidó al día siguiente y al otro y a la semana. Y al mes, como el anillo de Gollum, lo consideraba su tesoro. Le endosó su viejo Ping Anser a un sobrino y tal día hará un año. Hay dos clases de jugones: las que consideran al putter hallado un regalo inesperado del destino (las justificaciones son innumerables) y los que no podrían dormir sin haberlo devuelto (sólo hay una razón). Obviamente, hay innumerables grados intermedios entre el ideal kantiano de la santidad y el hedonismo corrompido de Sade. Pero la línea de demarcación, convocada o no convocada, estará siempre presente. (La ciencia del bien y del mal es bastante simple).

¿Qué me dicen del fútbol profesional masculino? Son evidentes las razones por las que los jugadores leyeron un aguado manifiesto en apoyo de sus colegas femeninas tras el sobado affaire Rubiales. Con certero criterio comprendieron que el auténtico problema no era el acoso sino el futbol en sí mismo. Lo mejor es no removerlo, dejarlo como está. Demasiado dinero en juego. Clubes ruinosos o apalancados a causa de la pandemia, de obras faraónicas y fichajes enloquecidos; clubes-Estado propiedad de magnates o jeques con fondos ilimitados que impiden una competencia leal y sólo buscan inversiones rentables. Los jugadores son mercenarios que cobran su peso en oro, los representantes de los futbolistas y los directivos reciben comisiones siderales, los entrenadores se tragan lo que les echen, los organismos federativos miran a otro lado y se rigen por reglas irregulares, el estamento arbitral es sospechoso de “corrupción sistémica”. A esto se une esa parte coral de la afición que se dedica durante el partido a interpretar cánticos racistas e insultos. Además, ver el fútbol en el estadio o en la televisión es cada vez más caro.

Los deepfakes pornográficos, ahora en plena eclosión, está condenados al fracaso y al olvido en menos de un año. En realidad, no ves a nadie, solo fantasmas digitales. Está claro que no son Brad Pitt ni Ana de Armas. ¿Qué interés erótico puede tener mirar una imaginería digital a sabiendas de que es una morbosa ilusión generada por las máquinas? Cuanto más cercano sea el avatar, cuanto más amigo o conocido sea, más repulsión sentirás por la farsa. La actitud mayoritaria será bloquear canal, código y mensaje. A los padres de las niñas extremeñas les consta que las imágenes y videos no son sus hijas sino meras apariciones pervertidas. Por ahora es necesaria la vía penal. Llegará un momento en que no hará falta. Como ocurre con la pornografía de toda la vida.

Tres funciones sociológicas de la pornografía. La primera es iniciática. El adolescente cada vez más precoz no conoce la sexualidad por su familia, ni por los tediosos (cuando no tendenciosos) cursos escolares de educación sexual. Antes y ahora la aprende a través de los amigos. Antes en las ilustraciones de una revista mugrienta. Ahora en los sitios web más acreditadas del ramo. Dicen los entendidos que los pases empiezan a los ocho años. Los programas de IA que sirven para desnudar al prójimo han creado un nuevo (y efímero) objeto del deseo. Incluso las fantasías nocturnas de carne y hueso son más excitantes que los montajes hiperrealistas. La segunda función es caldear el ambiente de una pareja aburrida en una tarde lluviosa de invierno. La tercera, generar un negocio milmillonario mediante la curiosidad, la afición o adicción a una subcultura tan antigua como la humanidad. Su consumo mueve solo en Estados Unidos 2.500 millones de dólares al año.

El fundamento de una iglesia o confesión religiosa es la ortodoxia. Las grandes religiones históricas, especialmente la católica, han mantenido su prevalencia secular gracias a sus principios dogmáticos. El enemigo mortal de las iglesias son las herejías, las apostasías y las deserciones. Cualquier mínima desviación resulta sospechosa porque abre la puerta a la deslealtad. En la iglesia romana actual hay movimientos sísmicos en torno a las ideas renovadoras del Papa. Ocurre lo mismo en los partidos políticos. Piensen en los nuestros: Sumar es un agregado de personalismos encontrados que ni siquiera el feminismo radical consigue cimentar. El PSOE está inmerso en una lucha fratricida entre el inmovilismo de las viejas glorias y los partidarios de una segunda transición federalista que pone en peligro a la monarquía que, a su vez, se pone en peligro a sí misma. El PP vive su particular drama de identidad: quién soy, de dónde vengo, a dónde voy. O su dependencia ambivalente (que trata en vano de ocultar) de un partido que a la vez le suma cargos y le resta votos. Y una crisis de liderazgo que enfrenta a los sectores más belicosos del populismo madrileño con las llamadas poco convincentes a la centralidad. Por último, Vox: un partido anticonstitucional, antieuropeo, anticientífico envuelto en purgas sucesivas. Uno echa de menos la estabilidad de las democracias nórdicas donde socialdemócratas y liberales se ponen de acuerdo en cuanto pueden y la política ocupa poco espacio en la vida cotidiana. 

viernes, 15 de septiembre de 2023

Inteligencia artificial

La Inteligencia Artificial (IA) es uno de los avances tecnológicos que han transformado el mundo, como la imprenta, la máquina de vapor, la bombilla, el teléfono, el avión, las computadoras, internet y los smartphones. Dicho con palabras sencillas, la IA son máquinas dotadas de potentes algoritmos informáticos programados para reproducir las funciones cognitivas de la mente humana. Sus innumerables usos abarcan las finanzas, el análisis de datos, la medicina, la automoción, la aviación, la robótica, la gestión del transporte, la industria, la agricultura, la meteorología, la carrera de armamentos o los juegos. Por ejemplo, jugar al ajedrez con los grandes maestros y darles jaque mate. Pueden implementarse algoritmos para automatizar cualquier actividad humana. Los más populares son los modelos del lenguaje o redes neuronales artificiales capaces de procesar grandes volúmenes de información a fin de aprender la gramática de un idioma y generar conversaciones o textos originales. En fin, es la realización ex machina del concepto de competencia lingüística formulado por Noam Chomsky en 1960 en su obra Syntactic structures y completado una década después por el sociolingüista Dell Hymes en su teoría de la Competencia Comunicativa.

Meta, la empresa matriz de Facebook, ha lanzado públicamente su nuevo modelo de lenguaje de inteligencia artificial (IA) llamado Large Language Model Meta AI (LLaMA). Este nuevo lanzamiento de Meta es un avance significativo en la democratización del acceso a grandes modelos de lenguaje y marca un hito en el progreso de la IA. LLaMA es un modelo de lenguaje que llega a 65 mil millones de parámetros, de hecho se presenta en varios tamaños que van desde 7 mil millones a 65 mil millones de parámetros. El modelo funciona a través de la generación de texto recursiva, en la que se utiliza una secuencia de palabras como entrada para predecir la siguiente palabra. Según Meta, el modelo LLaMA se entrenó en textos de las 20 lenguas con el mayor número de hablantes, centrándose en las lenguas con alfabetos latino y cirílico.

Sin entender gran cosa, está claro que no se trata de una Wikipedia parlante sino de un instrumento capaz de dialogar sobre cualquier tema, responder dudas, suscitar preguntas y formular hipótesis. Con total seguridad hay equipos de ingenieros de primera línea que están construyendo algoritmos relacionados con la predicción en las apuestas deportivas. Hace poco le pregunté a uno de los chats IA más conocidos, después de identificarme, qué equipo iba a ganar la Liga. Ahora mismo es imposible hacer un pronostico fiable, contestó, no obstante... 

He impartido clases de historia de la filosofía antes y después de internet y utilizado "el trabajo" como herramienta didáctica en ambos casos, aunque no los dictados mediante IA. En mi opinión, las cosas no han cambiado mucho. Adelanto la conclusión: se puede aplicar con criterio un amplio repertorio de ejercicios prácticos en la citada asignatura: comentario de textos, mapas conceptuales, resúmenes, pruebas de alternativa múltiple, cuestiones de comprensión, relación y repaso, glosarios. Puedo asegurar que los trabajos no sirven para nada. Antes de internet, los esforzados alumnos copiaban a mano los trabajos, cual monjes medievales, de los diccionarios enciclopédicos. Todavía conservo el Larousse (veinte volúmenes) y dos tomos titulados Las mariposas del mundo (pensé que a mi mujer le gustarían en vez de tirármelos a la cabeza) que me endosaron los emboscados representantes de las editoriales que nos cazaban a lazo en la sala de profesores. Hoy nadie quiere libros y menos enciclopedias, ni siquiera regaladas. Recuerdos de los Baby Boomers

Con internet los alumnos copiaban y pegaban las mismas enciclopedias virtuales mientras intentaban pasar las pantallas del Principito en otra ventana. Había además incontables páginas de historia de la filosofía a la espera de ser ordeñadas. O plataformas como El Rincón del Vago donde los estudiantes se bajaban trabajos de todas las asignaturas habidas y por haber. En mi caso, circulaban por el centro durante años con la seguridad de que no los iba a leer. Los exigía como un absurdo requisito para aprobar, pero no modificaban la calificación una vez que me los enviaban al correo en grupos de cuatro. El trasiego digital, único fin confesable, era divertido entonces.

Los modelos IA de lenguaje aplicados a la enseñanza, producen unos textos tan equivalentes a los humanos que los estudiantes los utilizan para redactar trabajos sin que los profesores sean capaces de detectar el fraude incluso en la Universidad. Ya hay disponibles programas delatores de textos creados con GPT. El problema es que la IA siempre va por delante del chivato que en breve queda desfasado y vuelta a empezar. Es lo mismo que el dopaje y los medios de control. Sobresaliente general. Ni qué decir tiene que si diera clases ahora prescindiría de perder el tiempo, hacérselo perder al alumno y al algoritmo con inútiles deberes escolares.

sábado, 9 de septiembre de 2023

El caso Rubiales

 

Un personaje tan notorio como Woody Allen, en una entrevista al diario El Mundo, ha realizado unas polémicas declaraciones durante la presentación de su última película en el Festival Venecia, Coup de chance, en las que quita hierro al pico del inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Es difícil entender que una persona pueda perder su trabajo y ser penalizada de esa manera por dar un beso a alguien. Si fue inapropiado o demasiado agresivo, hay que decirle claramente que no haga eso y que se disculpe. No es que haya asesinado a alguien. Pero lo suspendieron de su cargo y podría perderlo todo. (…) Fue resultado del "momento" y la "emoción de la victoria". (…) Lo primero que pensé es que no se escondieron ni la besó en un callejón oscuro. No la estaba violando, era solo un beso y era una amiga. ¿Qué hay de malo en eso? En la primera información no sabíamos si la mujer se apartó y le dijo: “No hagas eso” (…) Como ciudadano medio, estuvo mal, hizo algo incorrecto… pero no fue como si hubiera quemado un colegio (…) Fue algo público. No la estaba besando en su despacho con la puerta cerrada ni nada parecido donde ella estuviera amenazada. Fue claramente a la vista de todos y ella no estaba en peligro. Pero claro, ella tiene todo el derecho a dejar claro que no quiere, y él tiene el deber de pedir disculpas y de asegurar que no lo volverá a hacer. Y hecho eso, seguir los dos adelante…

Sólo una persona completamente ajena al affaire Rubiales podría haber opinado así. Es curioso que el más cercano, el cesado presidente, y el más lejano, el célebre director, no entiendan lo que ha ocurrido. Ambos juzgan un hecho concreto, una acción aislada, un acontecimiento en sí mismo; no lo que es: una enmienda a la totalidad.

El beso robado y el gesto obsceno de Rubiales no es la causa sino la ocasión de ajustar viejas cuentas con el fútbol profesional femenino. Si la selección española no hubiera hecho la proeza de ganar el Mundial 2023 nada habría salido a la luz. El problema viene de atrás. Hace más de un año, quince jugadoras enviaron un correo a la Federación Española de Fútbol para comunicar su renuncia a jugar en la Selección por su desacuerdo con los métodos y decisiones del entrenador, Jorge Vilda; las capitanas pidieron además su destitución. La respuesta de Rubiales y Vilda fue contundente: el primero desautorizó la pretensión de las jugadoras por incompetencia y amenazó con sanciones legales por incomparecencia; el segundo se aferró al cargo sin más explicaciones. Posteriormente doce de las quince rebeldes solicitaron su disposición a volver a la selección. Hace días Jorge Vilda ha sido destituido por su estrecha connivencia con Rubiales. En la Asamblea de la RFEF fue uno de los que aplaudió a rabiar el discurso exculpatorio de su jefe (igual que el actual entrenador de la selección nacional masculina, Luis de la Fuente). Cuando cambió la dirección del viento ambos se sumaron a las críticas e improvisaron unas endebles excusas: el contexto emocional, dijeron, los había arrastrado a ponerse en pie y sumarse al sentimiento unánime del grupo. Lo cierto es que muchos asistentes se sentaron con las manos en los bolsillos y miraron al suelo.    

También ha sido decisivo el irresistible ascenso del feminismo, siempre con años de retraso, en nuestra sociedad. El affaire Rubiales ha tenido la singularidad de encrespar a todas las tendencias feministas en una escala ascendente de descalificaciones: desde la impresentable actitud machista hasta el abrazo mataleón. La jugadora Jenni Hermoso que inicialmente se mostró perpleja y después molesta por el achuchón subitáneo, denuncia ahora formalmente al implicado, lo cual ha activado una querella “a la mayor brevedad” de la teniente fiscal de la Audiencia Nacional por indicios de agresión sexual. Rubiales pasa de ser cesado a juzgado. Incluso un alto comisionado de la ONU ha condenado el caso por abuso de posición dominante.

Por supuesto, los partidos políticos han puesto en marcha la máquina de picar carne y se han posicionado en torno al beso no consentido. El PSOE considera que Rubiales "no puede seguir representando ni los valores del deporte, ni los valores de un país al que no representa”. El PP ha pedido que se "escuche a la sociedad y a las futbolistas e insta al Gobierno a que actúe para no llegar tarde a la solución del problema”. Sumar pide la "suspensión inmediata" de Rubiales al Consejo Superior de Deportes que, a su vez, ha remitido la documentación pertinente al Tribunal Administrativo del Deporte que estudia el caso como "una infracción grave pero no muy grave". Por tanto, el CSD no tiene vía libre para la suspensión definitiva y deja en cueros al Gobierno. Vox, por su parte, denuncia la "cacería política" contra el expresidente, critica el “falso feminismo”, carga contra la ley del “solo sí es sí” y pide la dimisión de Sánchez. Lo cierto es que PP y PSOE permitieron e incluso promovieron cuando gobernaban el ascenso de altos cargos federativos poco capacitados (un eufemismo) para una gestión eficaz del deporte. De aquellos barros estos lodos. En fin, lo de siempre.   

P.D. A esto se unen las tertulias de mañana, tarde y noche que, aunque pregonan que sólo deberíamos dar protagonismo al triunfo de la Selección Femenina de fútbol, campeonas del mundo (increíble dadas las circunstancias masculinas), en realidad de lo que único que hablan es del caso Rubiales. En breve una serie de Netflix.

jueves, 31 de agosto de 2023

La playa

 

La playa me gusta en pintura. Dos ejemplos. Las marinas de Sorolla, los efectos fugaces de la luz mediterránea y las sombras de los parasoles reflejadas en los vestidos blancos de las damas que pasean por la orilla. O la pátina reluciente de los cuerpos mojados por las olas. El mar, sus gentes y sus labores… O, inversamente, los cuadros de Gauguin donde unas mujeres tahitianas están sentadas en la playa. La idea misma de ir a la playa no forma parte de sus costumbres. El mar es un trazo grueso, plano, una franja recortada de azul oscuro sin horizonte ni sombras modeladas. Vestidas con atuendos tradicionales se dedican a sus trenzados. La perspectiva forzada deforma las figuras. Sus rostros expresan un sentimiento insondable para el lenguaje gestual de nuestra cultura.

Detesto las fotografías de atardeceres desde una atalaya marina o las calas recogidas con un fondo digital azul turquesa. En ambos casos me parecen anuncios de una plataforma hotelera. Tienen interés histórico y estético las instantáneas de los veranos de la Belle époque española, por ejemplo, Alfonso XIII y Victoria Eugenia acompañados de la corte estival en la santanderina playa de El Sardinero.

También admiro el imaginario balneario proustiano de Balbec donde Marcel descubre el eterno femenino a la sombra de las muchachas en flor. O la playa veneciana de Il Lido en la que el consagrado escritor Gustav von Aschenbach sucumbe a la belleza de Tadzio, un adorable adolescente polaco. O uno de los versos más hermosos sobre el mar: La mer, la mer, toujours recommencée. El sol está en lo más alto, no existen sombras y brilla la luz cegadora de la playa; entonces la mirada del poeta se vuelve hacia la línea blanda de la arena en la que mueren las olas después de un largo viaje, como las vidas.

Hace un mes, unos amigos gallegos ansiosos de sol (vamos a secarnos, dicen) nos llevaron del ramal a una conocida playa levantina. Un entorno hostil. Consigues aparcar tras dar más vueltas que la mula de un molino en una polvorienta explanada donde un guardacoches africano te saluda con zalemas; lo más sensato es darle un euro. Atraviesas el yunque del sol hasta la playa cargado con la impedimenta. Cuando llegas al mar a las doce en el reloj no tienes la sensación de que el mundo esté bien hecho. Según cuenta la prensa hay avispados playeros que a las siete de la mañana bajan de los bloques de hormigón para dejar la sombrilla en primera línea de playa y marcar el territorio. Al parecer está prohibido. Sería curioso saber cómo se controla el fraude. Accedes a las ardientes arenas por una desgastada pasarela de listones de madera flanqueada por concurridas duchas fúngicas. Te sitúas a treinta metros del agua. Colocar la sombrilla no es tarea fácil; si no la sujetas bien puede despegar al albur de los vientos y acabar en la jaima multicolor de una familia extensa provista de nevera, provisiones y una radio descomunal. Una procesión de emigrantes de color despliega ante tu pareja las últimas novedades de la ruta de la seda. Tristeza. Ir a la orilla es una aventura. Te abrasas los pies, molestas a la multitud abigarrada, recibes el pelotazo de unos palistas y cuando por fin llegas no hay espacio para entrar al agua. Ahora el suelo es de guijarros. Tienes que sortear las tablas de surf, los neumáticos de camión y las piraguas infantiles. Te remojas en Aguascalientes y cuando sales tardas diez minutos en encontrar tu parcela. Sobre todo si usas gafas. Rebozado en la arena en cuanto te tumbas en la escuálida toalla eres lo más parecido a una croqueta de mar. Tardas cinco minutos en estar de nuevo recocido. Queda recoger y volver a casa. 

miércoles, 9 de agosto de 2023

Elogio de los Paradores

 

Dos grandes de España de titularidad pública: La Biblioteca Nacional y los Paradores de Turismo. Tengo la credencial de investigador de la Biblioteca por haber colaborado en la publicación de algunos manuales, aunque no investigo nada, sólo voy por las mañanas, cada vez menos, a terminar los Episodios nacionales y escribir estas líneas. Soy socio de Amigos de Paradores desde que se fundó el club. Hicimos el Grand Tour de recién casados por los paradores de Galicia: Cambados, Bayona, Pontevedra, Santiago, Vilalba.

Si eres habitual (leo con desagrado que la palabra fidelización está en la RAE) te regalan la Tarjeta Oro que te permite sabrosas promociones y descuentos. Sobre todo, si has cumplido los cincuenta y cinco. Además, acumulas puntos por estancias que puedes canjear por reservas gratuitas en cualquier parador de la red. La Generalitat intentó hace tiempo hacerse con la gestión de los catalanes, aunque todo quedó en un susto. Aiguablava, Vielha, Vic-Sau, Tortosa… Ahora tiemblo por los pactos electorales. Estoy convencido de que la transferencia supondría su final. Tienen una tradición demasiado española. El primero de los cien actuales es el Parador de Gredos, inaugurado por Alfonso XIII en 1928. Fue Manuel Fraga Iribarne cuando era ministro de Información y Turismo en 1966 quien trajo las suecas a las playas mientras los obispos miraban a otra parte (aunque el escándalo sexual lo tenían delante de sus narices) e impulsó la Red de Paradores mediante la recuperación, léase expropiación forzosa, de castillos ruinosos y antiguos conventos. Hay que reconocer que las reformas de los nobles y santos lugares ha sido un éxito incuestionable. Viejas historias de la banca y de la cristiandad. Las inversiones de la Dirección General del Patrimonio del Estado en obras de restauración remodelado y mejora de las instalaciones han sido permanentes desde entonces.

A partir de los años sesenta el turismo fue la gallina de los huevos de oro para la maltrecha economía española. Y lo sigue siendo. Comprueben el descenso de las cifras del paro durante los períodos vacacionales. Lo cual no significa que el servicio hostelero en general mejore. Según fuentes sindicales del sector, hay en estas fechas una elevada oferta de trabajo estacional, pero al revés de lo que predicen las leyes del mercado, los salarios son famélicos: mil euros al mes, ni siquiera el salario mínimo, por jornadas de doce horas y un día libre a la semana. El joven en paro del gremio ni se lo plantea. Muchos bares, terrazas y chiringuitos están a reventar, pero con camareros improvisados, desbordados, poco dispuestos a la atención rápida y amable. Al final, harto de esperar, desconectas, te largas echando humo por las orejas y acabas por comprarte un pollo asado grasiento. Lo contrario es el restaurante del parador. Puedes elegir la hora y la mesa al aire libre o acondicionado. Servicio esmerado y profesional. La carta está muy cuidada, siempre de inspiración regional, y la relación calidad-precio es excelente. Si lo planificas con tiempo puedes tener alojamiento en habitación con cama doble, garaje, piscina, desayuno con un variado buffet y media pensión (comida o cena) por 200 euros al día en temporada alta. Si te aplicas en el desayuno (un cocinero te prepara en el acto todo tipo de platos mañaneros) te ahorras la comida; luego cenas pronto para que la digestión sea más llevadera. Prefiero una semana confortable a quince días pasando calamidades.

La antítesis de los paradores reformados y la versión más oscura del llamado milagro español, ha sido el desmadre urbanístico en las costas de Levante y Andalucía. La falta de planificación, el compadreo especulativo y los sobres abultados a cambio de licencias municipales es una constante universal como la ley de la gravedad. Cito Los Episodios galdosianos:

Cuando se me presentaba alguno en cuya facha conocía yo que era hombre de posibles, mayormente si venía de provincias con cierto cascarón de inocencia, lo recibía cordialmente, nos encerrábamos, conferenciábamos a solas, le persuadía de la necesidad de tapar la boca a la gente menuda de las oficinas, conveníamos en la cantidad que me había de dar, y si se brindaba rumbosamente a ello, cogía su destino. Siempre era una friolera, obra de diez, doce o veinte mil reales lo que cerraba el contrato, menos cuando se trataba de una canonjía, pensión sobre encomienda u otro terrón apetitoso, en cuyo caso había que remontarse a cifras más excelsas. Si nos arreglábamos, se depositaba la cantidad en casa de un comerciante que estaba en el ajo, y después yo me entendía con los superiores, si no me era posible despachar el negocio por mi propia cuenta.

Un pariente del negocio del ladrillo teorizaba que una cierta corrupción sistémica en el capitalismo es necesaria para crear beneficios, riqueza y empleo. El problema es que siempre se les va la mano, acaban en la prensa, menos en los juzgados y pocos en la cárcel. En un pueblo de veraneo gaditano, donde recalé varios años, pregunté los precios de los chalés en una céntrica agencia inmobiliaria. ¿Quiere ver los de construcción legal?, me preguntó el encargado. Se rio al ver mi cara. ¡Inocente, inocente! A esto hay que añadir el trasiego alegal de las agencias que alquilan pisos por menos de una semana donde diez veinteañeros hacinados ni duermen ni dejan dormir. O los resorts o complejos hoteleros de pulsera, karaoke, borrachera, salto mortal a la piscina y violación de madrugada. Me cae mucho mejor, aunque no es lo mío, el turismo de camping o el de autocaravana.

El paisanaje de paradores tanto en temporada baja como alta es un ejemplo de europeísmo cosmopolita, Ortega lloraría de emoción. En temporada baja, con ofertas inmejorables, se pueblan de apacibles jubilados. En temporada alta, predominan los matrimonios con o sin hijos. Algunos jubilados repiten, ahora en el papel de abuelos. Son frecuentes las rutas radiales. Por ejemplo, en la zona centro, prescindo de la consabida costa, puedes recorrer los paradores de Chinchón, Alcalá, Toledo, Gredos, Cuenca y Teruel. Es un turismo fluido, itinerante, distinto del estancado de muchas zonas costeras colonizadas por urbanizaciones donde los extranjeros se han apropiado del pueblo hasta el punto de que los carteles de las fiestas, la pizarra de los bares y la carta de los restaurantes no están escritos en español. Otro tanto ocurre con los precios de los supermercados y las tiendas. En ciertos sitios no eres bien recibido, te sirven con desgana y te miran incluso por encima del hombro. Tienes la impresión de no compartir la misma realidad. ¡A correr a España! parecen indicarte. Son guetos de la clase media, pretenciosa y burguesa de las grandes ciudades europeas. Al caer la tarde, cuando se van a tomar una cerveza al parador del pueblo se dejan las ínfulas en la puerta.

martes, 1 de agosto de 2023

Método escolástico y sexualidad

 

LECTIO (Exposición del tema o problema y lectura de textos)

Obviamente, el sexo biológico depende de un conjunto único de características innatas: cromosomas, niveles hormonales, genitales internos y externos y órganos reproductores. No tiene cabida el negacionismo, que se cuela por los agujeros más insospechados de la cultura, ni la varianza: es hombre o mujer. La intersexualidad es una rara anomalía genética de consecuencias exclusivamente médicas.

Otra cosa es la asignación de género: se refiere al conjunto de roles adscritos que se consideran apropiados en términos estadísticos para la construcción de la masculinidad y la feminidad de una cultura. Son pautas de comportamiento que se interiorizan durante el proceso de socialización primaria y secundaria (por más que esta distinción clásica esté cada vez más cuestionada por la omnipresencia de las pantallas). La asignación de género forma parte del ethos, tiene, por tanto, carácter normativo (es decir, lo que la sociedad considera normal). Nos propone cómo debemos vernos, pensar y actuar. También incluye las apariencias, la forma de vestir, hablar, mirar, hacer el amor… Es, por supuesto, el campo de batalla del feminismo.

El siguiente concepto es la identidad de género. Se refiere a la percepción que tiene una persona de su condición sexual. El término trans, engloba a los individuos que no se identifican o discrepan de su sexo biológico. Hay cuatro tipos: transexuales, transgénero, transformistas y travestis. Si quieren conocer las diferencias, ustedes mismos.

Viene a continuación la orientación sexual o capacidad de sentir atracción erótica y emocional hacia las personas del sexo opuesto o del propio. Lo describen los manuales de sexología con sutiles diferencias y apabullantes matices. Si buscas lo encontrarás: Heterosexual. Homosexual. Bisexual. Asexual. Androginosexual. Antrosexual. Autosexual. Demisexual. Ginosexual. Grisexual. Lithsexual. Pansexual. Polisexual. Pornosexual. Sapiosexual… A partir de los tres primeros, confieso mi ignorancia. Ha sido una forma de ponerme al día. Dos ejemplos: un lithsexual es alguien que siente deseo o atracción por otro ser humano, independientemente de su género u orientación sexual, pero no quiere llegar a tener una relación “real” ni consumada. ¿Lo entienden? Un sapiosexual es alguien que intenta seducir a la gente cultivada capaz de aportarle nuevos conocimientos en una situación de dependencia intelectual que lo excita. Vamos, la alumna que liga con el profesor de lengua. En la actualidad hay más de veinte orientaciones sexuales o identidades de género según el LGBTQIA+.

 

QUAESTIO (Cuestiones o preguntas que suscita la Lectio)

¿Es el feminismo radical (“el hombre es un lobo para la mujer”) una ideología de género excluyente, injusta y extenuante?

¿Es la discriminación positiva de la mujer (bolsas de trabajo, cursos profesionales, compromisos de contratación dirigidos exclusivamente a la mujer) o la paridad de la mujer en los puestos directivos de las empresas del IBEX una medida que atenta contra la libre competencia entre ambos sexos en función de los méritos adquiridos?

Según la vigente ley del sí es sí, recientemente aprobada en el Congreso (29 de abril de 2023) con resultados difíciles de digerir, los actos sexuales no consentidos pasan a ser delito. ¿Es una aportación sustantiva al Código Penal español o se trate simplemente de una reiteración o redundancia jurídica con fines políticos puesto que tal supuesto está contemplado en nuestra legislación desde 1820? ¿Digo la verdad, como en la paradoja del mentiroso?

¿Cuándo se considera que una persona está en condiciones idóneas para elegir su orientación sexual? Dicho de otro modo: ¿En qué edad se define de modo responsable la identidad sexual? ¿Es posible establecerla de modo científico?

¿En el caso de los adolescentes que desean una reasignación de sexo mediante técnicas quirúrgicas y tratamientos hormonales de por vida debería existir un protocolo de identidad sexual en el que intervinieran con carácter decisorio un comité formado por expertos? ¿Qué tipo de expertos?

Se calcula que una cirugía de cambio de sexo en ambas direcciones costaría hasta veinticuatro mil euros. ¿Debería hacerse cargo la medicina pública, o sea el Estado, de tales gastos o más bien correr únicamente a cargo de la persona que la requiere?

¿Se podrían considerar algunas identidades de género un ejercicio de libertad individual o más bien perversiones y patologías sexuales?

¿Se debería excluir a los transexuales quirúrgicos de hombre a mujer de las competiciones deportivas femeninas e incluirlos en una nueva modalidad federativa?

 

DISPUTATIO (discusión dialéctica sobre las cuestiones o preguntas que suscita la Quaestio).   

Voy a seguir aquí el método que siempre utilicé en la clase de la asignatura de Ética cuando tuve ocasión de impartirla en los centros públicos de enseñanza. Nunca me gustó tomar partido en los debates de los alumnos sobre los temas o problemas que el programa oficial marcaba. Sólo intervenía para definir ciertos términos, informar objetivamente sobre cuestiones legales nacionales e internacionales, explicar sin evaluar las propuestas de los partidos políticos o los resultados de algunas encuestas con cierta fiabilidad (si es que las hay). Tomar partido suponía, desde mi punto de vista, imponer argumentos “ad autoritatem” basados en la superior competencia argumental del profesor. Incluso entrometerme en la educación en valores que, en mi opinión, corresponde en primer lugar a la familia y no a la escuela. Por tanto, dejo a quien lea estas líneas que siga su criterio y piense con su propia cabeza. Escucharemos atentos sus puntos de vista razonados, no las salidas de tono emocionales que conducen directamente a la descalificación personal. Al extendido argumento, en realidad falacia lógica, “ad hominem”: eso es falso porque lo dice Fulano o verdadero porque lo dice Mengano. Está tan extendido que constituye el núcleo de las declaraciones, contraejemplos o debates de nuestra clase política. En vez de trabajar seriamente se dedica a cultivar el ego como inversión de futuro y decir chorradas. Así nos va.

martes, 25 de julio de 2023

El caso de João Félix

El Atlético de Madrid pagó al Benfica más de ciento veintisiete millones de euros por João Félix, el fichaje más caro de la historia del club. Hoy sería complicado que un club pagara por el jugador portugués la mitad de esa fortuna. ¿Cuáles han sido las causas del fiasco?

En primer lugar, fue una apuesta demasiado arriesgada. Con todos los respetos, el nivel futbolístico, las exigencias profesionales de La Liga portuguesa, o la Ligue 1 francesa son inferiores a la española. Los sucesivos fracasos europeos del Paris Saint Germain, un club Estado con ilimitados recursos financieros, se deben en gran medida a este décalage o diferencia competitiva.

JF tenía 19 años cuando firmó el contrato soñado, según dijo al salir de los despachos del Metropolitano, y una experiencia de menos de un año en la máxima división lusa, aunque hay que reconocer que completó una excelente temporada en el Benfica. Los cazadores de talentos vieron en su juego vistoso y efectivo (20 goles en 43 partidos) una estrella con una proyección imparable. Se habló de un candidato al balón de oro. Otros grandes expresos europeos como la Juventus y el Manchester City llamaron a sus puertas (lo cual encareció el precio del traspaso). También es cierto que la operación estuvo condicionada por la salida de Griezmann al Barça y la necesidad de buscar una nueva referencia para el equipo. El fichaje, finalmente, fue el resultado del consenso entre los tres pilares del club: Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado y dueño mayoritario, Andrea Berta, director deportivo y el propio Simeone, convencido de potenciar al máximo las virtudes del jugador. En general, el triunvirato dirigente no acertó con el perfil apropiado para una inversión de tales dimensiones. Hay que repartir las responsabilidades entre todos.

El Cholo no calculó bien las posibilidades del centro punta portugués. En el Benfica el resto del equipo jugaba para él, como hacía el Barcelona con Messi o el Real Madrid con Cristiano. Esta estrategia es justo lo contrario del cholismo, que valora la tensión constante en cada posición en función del bloque, sin concesiones a las ocurrencias fuera del sistema. Su lema es: cualquier pasividad crea desajustes graves. Mientras que Messi o Cristiano se pasaban parte del partido mirando al césped hasta que sus compañeros los reactivaban, el Cholo no soporta el tancredismo del divo que se sale del guion. Esperaba de João lo contrario: la movilidad por todo el campo, las ayudas en defensa y el robo felino en el centro, la creación de espacios, el imprevisto desmarque de ruptura, el regate desequilibrante y la definición final que permite sanear el marcador. Tal y como lo interpreta el recobrado Griezmann.

En gran medida ha ocurrido lo contrario. João aguarda al trotecito lento a que le den la pelota en la posición fija de interior izquierda. Intenta un desborde de filigrana que puede acabar de dos maneras: si le sale bien, revolcón por el suelo tras la falta táctica del defensor que no duda en la patada o el choque ante la fragilidad del atacante y la permisividad del árbitro; si le sale mal, se lía, pierda el balón y propicie el contraataque que pone al Cholo de los nervios. En las inmediaciones del área quiere hacerlo todo, sin buscar las posiciones favorables de sus compañeros. Cuando baja hace como que defiende, apenas recupera y si inicia la jugada desde atrás se limita a dar un pase horizontal al que tiene más cerca y se quita de en medio.

João empezó siendo titular con actuaciones aceptables, pero se fue diluyendo por su falta de protagonismo. Marcó su primer gol en la jornada 12 y para entonces Simeone comenzó a sentarlo en el banquillo durante parte o todo el partido. También comenzó el enfrentamiento. Caras largas, malos gestos y quejas del menino. El sistema ultradefensivo del atlético le impide desarrollar su juego, afirma. El movimiento se demuestra corriendo, replica el entrenador. El vestuario se siente incómodo por sus desdichas y desplantes. El ambiente comienza a ser tóxico. Finalmente manifiesta su intención de salir del club. Simeone respira. Es cedido al Chelsea por una temporada con opción de compra. Sin el portugués el Atlético hizo una buena segunda vuelta en la Liga. Tampoco queremos caer en la falacia de la falsa causa. Al concluir la Premier es devuelto al Atlético sin que el equipo inglés muestre interés alguno por su continuidad. En la selección portuguesa tampoco ha sido titular indiscutible. De vuelta al Cerro del Espino otra declaración desafortunada: su amor desde niño por el Club de Fútbol Barcelona. Joan Laporta agradece el cumplido y dice que João le gusta mucho. Ni Pochettino, ni Simeone ni Xavi lo quieren. El español Roberto Martínez, nuevo entrenador de la Selección de Portugal, guarda un prudente silencio. Ni siquiera llega una jugosa oferta de los Emiratos. Ahora mismo está de gira de pretemporada con el Atlético que se lo ha llevado por no devaluarlo más. Según cuenta la prensa deportiva durante el vuelo de doce horas hasta Corea del Sur estuvo serio, ausente, y sólo habló a ratos con Saúl, otro posible descarte veraniego. Lo más probable es que sea cedido al único club donde triunfó: El Benfica. Ida y vuelta. El precio, ya veremos.