jueves, 27 de junio de 2024

El nuevo Bernabéu



Una de las críticas más extendidas a la remodelación del Estadio Santiago Bernabéu es que no parece un Estadio de fútbol. El turista que contempla boquiabierto durante una visita guiada o, mejor, descubre mientras callejea la fachada del Allianz Arena de Múnich, el Old Trafford de Manchester, San Siro en Milán, El Parc des Princes en París o el Civitas Metropolitano los reconoce al instante como templos del mayor espectáculo del mundo. Imaginemos (lo cual es imposible) delante de la cubierta del Estadio a un aficionado de un país lejano que visitara Madrid por primera vez sin tener noticias del nuevo Bernabéu: lo observaría perplejo, lo rodearía, le haría fotos… y al fin y al cabo no sabría lo que está viendo. De ahí las malévolas críticas que circulan en las redes sociales entre los detractores del club blanco: la lata de sardinas, el platillo volante, la persiana gigante, la pirámide de Pérez. De los cuatro proyectos de remodelación finalistas prefiero el de Rafael de La-Hoz y Norman Foster. Me parece un diseño más futurista y trasparente, menos compacto y uniforme. La inversión hasta el momento es de mil trescientos millones de euros, según cifras oficiales. Las oficiosas con los intereses se van a los dos mil millones.

Preguntaba a un pariente, madridista practicante, que asistió al concierto de Bruce Springsteen, qué le había parecido el Metropolitano: me decepcionó, contestó enfático, me quedo con el mío; tiene escaleras mecánicas, calefacción por aire, cubierta retráctil, video marcador 360º, muelle para drones y no sé cuántas cosas más. No me extraña, le contesté con serena diplomacia adquirida a lo largo de pacientes lustros, el del atleti ha costado cinco veces menos. Somos el mejor equipo del mundo, nos lo podemos permitir, replicó picajoso. De la galaxia, otorgué sonriente.

Están preocupados por los problemas crónicos que tiene el césped (es la quinta vez que lo cambian) debido, dicen, al polvo de las obras y sobre todo a la falta de luz natural cuando el terreno de juego se guarda en el hipogeo, un subterráneo operístico de treinta metros, para utilizar el espacio libre en otros eventos. Por ahora las más avanzadas técnicas agronómicas no acaban de funcionar. Eso sí, los comentarios de Guardiola, que comparte el propio Ancelotti, supieron en las altas instancias a cuerno quemado: El estadio ha quedado impresionante, pero ahora sólo tienen que cuidar la hierba, sólo tienen que mejorar esto.

El sistema de bandejas para bajar y subir el tapete verde en seis horas y el techo retráctil en poco más de media convierten el Estadio en un escenario similar al Coliseo Romano. Magia blanca: transformar el Santiago Bernabéu en un espacio multiusos a lo largo de 365 días fue la idea que finalmente inclinó la balanza (más bien el balance) a favor del proyecto diseñado por GMP Arquitectura, L35 Arquitectura y Ribas & Ribas Arquitectos. Cancha de baloncesto (el equipo se trasladará el próximo año), pistas de casi cualquier deporte, parque temático, convenciones, ferias, congresos o una colosal sala de conciertos. Lo cual supondría unos ingresos anuales, calculan, de unos 150 millones de euros. Sin olvidar el Tour del Bernabéu y el Museo del Real Madrid, el más visitado de la ciudad. Lleva razón mi pariente: el club de Florentino Pérez, un empresario excepcional, es una fábrica de hacer dinero.

El Estadio contará en el interior de sus instalaciones con un macrocentro comercial de nueve pisos: restaurantes estrellas michelín, terrazas con vistas para tomar una copa al atardecer, tiendas de ropa de las mejores firmas, puntos de venta todavía sin concretar. El resultado es una ciudad incrustada en el centro de otra ciudad que entran en conflicto. Sería perfecto que una nave espacial transportase el conjunto a un lugar menos poblado. El Estadio no se integra en el entorno urbano. Se desploma sobre los edificios, les quita luz y perspectiva; lo único que se ve desde las balcones son las lamas metálicas de la estructura envolvente.

Es cierto que el Nuevo Estadio de Chamartín —renombrado en 1955 como Estadio Santiago Bernabéu- se inauguró en 1947; los que compraron pisos o pusieron negocios en los aledaños sabían dónde estaban, conocían los inconvenientes de tener un vecino que juega todas las competiciones nacionales e internacionales, pero no sospechaban lo que se les venía encima: acampadas de los fans del mítico de turno, sacos de dormir, colchones, sillas, cánticos y todo tipo de provisiones que se convierten en basura por la segunda ley de la termodinámica. La noche del concierto una andanada sostenida de decibelios les obliga a pedir asilo a la familia o a los amigos que viven a muchas leguas de distancia. El Santiago Bernabéu acogerá 60 eventos al año, uno cada cinco días, de ellos treinta no deportivos. Cada evento supone partir Madrid por la mitad al cerrar El Paseo de la Castellana, la arteria principal de la ciudad. Las rutas alternativas son laberínticas y el tráfico se sobrecarga en todo el mapa urbano. Las obras comenzaron en 2019 y todavía no han concluido. La Asociación de Perjudicados por el Bernabéu ha paralizado judicialmente por falta de “interés público”, según dicta la sentencia, los aparcamientos subterráneos que el Ayuntamiento adjudicó al Real Madrid. El fallo se recurrirá y habrá aparcamientos privados para los clientes VIP que asistan a los eventos sin las apreturas del metro. Otro negocio redondo. Obviamente, el Real Madrid es más que un club.  

lunes, 10 de junio de 2024

Problemas del sistema educativo y 3. La disciplina

 

El origen de parte de los problemas de la enseñanza pública es la falta de disciplina en las aulas. Para entenderlo mejor me traslado por comparación asimétrica al otro extremo del sistema educativo, a la antítesis de la escuela pública, a ciertos centros privados de referencia en los que se expide una titulación equivalente a la ESO y el Bachillerato; doy por supuesto que la enseñanza pública debe cumplir una función totalmente distinta, pero algo se puede aprender. Tres muy conocidos: el Liceo Francés, el Instituto Británico y el Colegio Alemán. En todos hay una forma de entrar y tres de salir (dicho sea de forma eufemística): para entrar a los 11-13 años debes acreditar un título de Graduado de la ESO, un nivel de competencia B2 (intermedio-alto) según el marco europeo de las lenguas, superar unas pruebas de asignaturas troncales para revalidar el título de Graduado (no se fían) y una entrevista en español y en lengua extranjera para conocer al alumno y confirmar el nivel de competencia B2. Obviamente sales del centro si no pagas las abultadas mensualidades, si tu rendimiento académico no es el esperado (muchos abandonan) y si das la murga, es decir, si incumples de forma reiterada las normas de un reglamento disciplinario de sentido común, que, por cierto, no es la cosa mejor distribuida del mundo, como afirmaba Descartes. En resumen, existe un principio de autoridad racional que dirige, coordina y hace que se cumplan los objetivos de la institución. Por supuesto, se trata de una educación clasista pero ahora no es el asunto que nos ocupa.

Precisamente el arduo problema disciplinario en la enseñanza pública es que no existe un principio sólido de autoridad. El organigrama de un instituto de Secundaria (Inspección de zona, Junta directiva, Consejo Escolar, Tutores, Jefes de departamento, etc.) es la única burocracia, en el sentido que le atribuía Max Weber, sin competencias o con competencias difusas, subjetivas o meramente nominales. En este marco de voluntarismo sin un soporte legal firme, los responsables políticos, aunque cubran el problema de fruslería psicopedagógica, no pueden pretender (y lo saben de sobra) que los alumnos se pongan a sí mismos las cadenas. Muchos padres son conscientes de que el profesorado de la pública está en general mejor preparado que el de la privada o la concertada, pero también saben que, aunque no sean centros exclusivos, no se producen los desórdenes públicos que descolocan al profesorado, lo sacan de su casillas e impiden que cumpla sus obligaciones. Me decía un colega de inglés (una asignatura para la vida y el trabajo) que se consideraba un jamón bien curado al que sus alumnos por culpa del desmadre disruptivo se conformaban con lamer la pezuña. Se pueden imaginar las borrascas que asolan una clase de cultura clásica o de filosofía.

Cuando un grupo traspasa ciertas líneas rojas hay varias opciones: ponerte a gritar descompuesto, rogar a los cabecillas que abandonen el aula, llamar al jefe de estudios para que “tome medidas” o amenazar con pruebas de evaluación más difíciles. Si pierdes los papeles, el silencio dura diez minutos. Si echas a los culpables, se van al patio y la escandalera se escucha en todo el centro. Si llamas al Jefe o a la Jefa de Estudios el manido sermón que les larga tres veces al día no tiene siquiera efectos secundarios. Sin duda la mejor solución es que te calles cada vez que hacen la ola hasta que el tumulto decaiga. Abstente de decir que entra en el examen lo que no has podido explicar en el tiempo de silencio. Nadie te va a respaldar; es más, las altas instancias te acabarán pidiendo explicaciones.      

Algunos ejemplos de indisciplina sacados de mi trashumancia por algunos institutos que fueron sancionados con un mes de expulsión; eso sí, con todas las garantías de seguimiento día a día para que la Asociación de Padres no se inquietase por abandono académico. Por supuesto, los implicados en los desmanes obviaron tantas facilidades. Los únicos indignados fueron los padres que al irse temprano a trabajar dejaron a su hijo roncando y, a buen seguro, con un montón de planes inquietantes en la casa y en la calle. Ahí van.

El hijo de una concejala de cultura, un alumno de anchas espaldas (como Platón) empujó bruscamente a su tutor que besó la lona tras recriminarle el acoso a varios compañeros. La excusa fue que el tutor le había levantado la voz con desconsideración.

Entre clase y clase, dos alumnos de la ESO casi desnudaron a una compañera en los lavabos; la manada trío no fue a más porque los gritos de la chica sacaron a los profesores del aula y al conserje de su siesta. Alegaron que fue ella la que los había citado, incitado y excitado quitándose la ropa.

El gracioso de turno embadurnó con un líquido incoloro, y pegajoso que se llevó del taller de su padre el sillón de la profesora de francés a punto de jubilarse. Cuando la buena señora tomó asiento y notó en sus posaderas el mejunje viscoso casi le da un ataque de nervios. Lo de menos fue la falda echada a perder. Un coro de risas acompañó la gamberrada. Fue una broma inocente, sin mala intención, nunca pude imaginar… se disculpó el torpe pintor de brocha gorda.

Por último, el más sonado. Un grupo de alumnos saltaron la tapia del instituto en horas no lectivas, se colaron en el despacho de la directora y tiraron un sofá y dos sillones por la ventana de un tercer piso. Las cámaras de entrada los grabaron y su única excusa, desde luego a tener en cuenta, fue que antes de cometer la fechoría se aseguraron de que no había nadie debajo. Los padres de los asaltantes suplicaron de rodillas a la inspección que no interviniera la policía. Todo quedó en la expulsión y apertura de un expediente disciplinario por falta grave. Papel mojado. Por el mismo precio la próxima vez tiran a la directora. 

jueves, 6 de junio de 2024

Problemas del sistema educativo 2. El aprendizaje personalizado

 

Una enseñanza pública de calidad debe reunir tres requisitos: formativa, selectiva y diversificadora. Resumo. Formativa en cuanto debe instruir, transmitir contenidos objetivos, impartir conocimientos científicos. Selectiva en cuanto debe establecer unos criterios de evaluación rigurosos y homogéneos que permitan fijar con precisión el rango académico de los alumnos, sus posibilidades y necesidades, sus aptitudes y carencias. Diversificadora en cuanto deben ser los profesionales quienes con fundamento y seguimiento decidan el elenco de itinerarios educativos que convienen a cada alumno y excluya los que no le convienen ni a él ni al erario ni a la división social del trabajo. El espejo en que mirarse es el sistema educativo francés. En gran parte es un problema del PIB nacional. 

El aprendizaje personalizado es uno de los edumitos fabricados por los pedagogos, psicólogos y sociólogos del gremio a partir de la LOGSE. En realidad, su función es blanquear un sistema que cumple de forma deficiente o muy deficiente con los requisitos de una educación de calidad. Han construido un universo paralelo al de las pobladas aulas de la enseñanza secundaria. Se trata de una nueva metafísica en el sentido literal (y peor) del término: los documentos oficiales del Ministerio de Educación están redactados en esta jerga psico-socio-pedagógica. Los apartados de las programaciones, memorias, actas y otros fárragos burocráticos tienen que adaptarse a la gramática de este lenguaje privado. Afortunadamente los profesores de tiza y pizarra no se dejan abrumar por este nominalismo escolástico y hacen lo que pueden. Ejercen su legítima libertad de cátedra.

Es imposible un aprendizaje personalizado en una clase con más de cuarenta alumnos. Una comparación válida: un profesor golf que se precie nunca coge más de cuatro alumnos por hora. Las clases colectivas de golf con más de diez niños son una guardería mientras sus padres se toman el aperitivo en la cafetería del club.

En otro artículo, Comienzan las clases: apariencia y realidad, explicaba algunas categorías de los alumnos que se sientan en un aula de Bachillerato. Las enumero: la inmensa minoría de inteligentes que siempre se abren paso, los que quieren cursar estudios en la Universidad o en escuelas técnicas superiores, los que querían cursar módulos de formación profesional pero no han obtenido plaza, los que por problemas psicológicos o deficiencias intelectuales necesitan un aprendizaje dirigido por expertos en educación especial (han superado la ESO e ignoran la recomendación de plantarse), los que sin tener problemas psicológicos o deficiencias intelectuales proceden de familias desestructuradas con problemas graves de adaptación social (más de lo mismo), los que no quieren estudiar absolutamente nada pero sus padres les obligan a permanecer en un centro de secundaria…

Esta mezcla explosiva, este totum revolutum, implica, de forma activa o pasiva, voluntaria o involuntaria, que todos molestan a todos y la clase se convierte en un grupo conflictivo y disfuncional. Un no grupo. El profesor dedica la mitad del tiempo a mantener el orden público. Como está prohibido el fracaso escolar hay que bajar el listón, los niveles de esfuerzo se hunden, los malos ganan y la enseñanza pública se deteriora. Pregunten a los profesores universitarios lo que les llega a principios de Septiembre. Los pedagogos, psicólogos y sociólogos solucionan el nudo gordiano con su gramática: competencias básicas, objetivos mínimos, mínimos de mínimos, adaptaciones curriculares, atención a la diversidad, clases de apoyo… Misión imposible. El resultado en el universo empírico es que si no apruebas a granel se te echan encima los padres, los alumnos, el tutor, el jefe de estudios, el director, la inspección y la opinión pública en general.

Para mí la única educación personalizada es la se refiere a los maestros que han sido decisivos en mi vida: personas como Doña Pilar en la escuela primaria que me enseñó a aceptar que sólo podía jugar de portero suplente en el equipo de fútbol y estar exento de la clase de gimnasia por las secuelas que me dejó la polio. Don José Jesús de Bustos Tovar, catedrático de Lengua y Literatura en el Instituto de Enseñanza Media Alfonso VIII de Cuenca, a quien debo mi vocación por las letras y el placer de leer; Santiago González Noriega, sin Don por su cercanía, quien en sus clases en la Universidad Autónoma de Madrid nos mostró los falsos límites académicos entre los Presocráticos y Sófocles, La Suma Teológica y Los Cuentos de Canterbury, Descartes y Goethe, Hegel y Baudelaire…

P.D. El mito de la educación personalizada me recuerda al mito griego de Procrustes. Buenos y malos alumnos. Procrustes, un bandido, tenía su casa en las colinas, donde ofrecía posada al viajero solitario. Allí lo invitaba a tumbarse en una cama de hierro donde, mientras el viajero dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas del lecho. Si la víctima era alta y su cuerpo era más largo que la cama, procedía a serrar las partes del cuerpo que sobresalían: los pies y las manos o la cabeza. Si, por el contrario, era bajo y de menor longitud que la cama, lo descoyuntaba a martillazos hasta estirarlo para que encajara. Tuvo un justo final a manos de Teseo, un héroe.

jueves, 30 de mayo de 2024

Problemas del sistema educativo 1. Los mínimos

En aquel tiempo, allá por el 2004, siendo Ministra de Educación Pilar Castrillo, participé con varios catedráticos de Secundaria en la elaboración de los decretos de mínimos del Estado para las asignaturas de Filosofía e Historia de la Filosofía bajo la coordinación de un veterano doctor en la materia, consejero técnico docente del Ministerio de Educación.

Los trabajos comenzaron meses antes de acabar el curso académico 2003-04 y concluyeron a finales de Septiembre. Tras una apretada agenda redactamos el borrador que fue revisado por una comisión paritaria de catedráticos de Universidad antes de entregarlo al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Quedó claro que los catedráticos de Secundaria elaborarían el proyecto, en tanto que que los catedráticos de Universidad tendrían capacidad orientadora y consultiva. El acuerdo en sesión conjunta fue completo. Previa publicación en el BOE de la ley orgánica se remitió el decreto a las Consejerías de Educación de las comunidades autónomas para discutirlo, pulirlo, retocarlo y concertarlo. Asistieron a las posteriores reuniones los especialistas de cada comunidad (en número variable según su criterio), el consejero técnico de la comisión y un alto cargo ministerial. Si alguien tiene interés en consultar los curricula definitivos de las asignaturas de Bachillerato puede hacerlo en el siguiente enlace.

Al finalizar, invitamos al coordinador y consejero técnico del decreto a una paella de mariscos en La Barraca. Tras congratularnos por unos mínimos que en el fondo eran máximos para que las autonomías los adaptaran sin traumas (lo cual se nos criticó con razón), le preguntamos por las reuniones con los expertos gallegos, vascos y catalanes.

- La verdad, contestó, es que no pusieron ninguna objeción. Sólo algunas preguntas inocuas para cumplir el trámite. Ni siquiera me parecieron especialistas, más bien burócratas. En general dijeron que el decreto era un excelente punto de partida. Amén a todo. Me extrañó tanta conformidad, tanto acuerdo sin críticas ni discusiones.

- No seas ingenuo, replicamos. El real decreto les da igual. Como mucho lo han fotocopiado o grabado en un disquete. Lo que quieren es hacer lo que les dé la gana. Detrás de los expertos, meros pajes, están los comisarios políticos de las consejerías. Los conocemos de vista. Algunos han merodeado por los pasillos del Ministerio durante las reuniones. También sabemos que han mantenido conversaciones con los responsables políticos sobre materias como historia, idioma, latín y griego, lengua y literatura. O sea, barra libre.

Con el tiempo pudimos constatar que los curricula de Filosofía e Historia de la filosofía de las comunidades autónomas se parecían a las del decreto justo lo mínimo para que no parecieran de otro planeta. El decreto se adaptó, según manifestaron, a las peculiaridades ineludibles de cada espacio cultural dentro de la diversidad y bla, bla, bla. Para ese viaje no se necesitaban alforjas… La metodología de las pruebas de acceso a la universidad, la conocida Selectividad, era diferente en cada distrito universitario. En la asignatura de Historia de la Filosofía, entonces obligatoria, incluyeron o excluyeron, aumentaron o redujeron los autores propuestos por el decreto de mínimos; para empezar en la Comunidad de Madrid. Resulta complicado hacer compatible un título estatal unitario con la divergencia de curricula y la metodología de las pruebas.

Lo cierto es que esta incongruencia no es demasiado importante. Más del noventa por ciento de bachilleres superan la Selectividad cada curso. Un elevado porcentaje serían excelentes alumnos de Formación Profesional. La expresión Exámenes de Selectividad es un oxímoron. Por otra parte, las carreras más relevantes para que funcione la división social del trabajo requieren unas notas de corte muy altas, sólo al alcance de los alumnos más preparados, mientras que las más solicitadas requieren notas menores. El resultado es que se cumplen tres objetivos: plenas competencias, no hay fracaso escolar y la inteligencia siempre se abre paso. El precio es la inflación de titulados universitarios sin garantías de entrar como tales en el mercado laboral, las condiciones precarias de trabajo y, por supuesto, el paro. De aquellos barros estos lodos.

lunes, 20 de mayo de 2024

Crítica de una temporada y una temporada crítica

 

Para Dani e Ivancete

El primer estadio del Atlético de Madrid fue el llamado coloquialmente Campo de la Rana. Acogió en 1903 los primeros partidos de los socios del entonces Athletic Club de Madrid, un equipo filial del Athletic Club de Bilbao hasta 1921: Era un campo que estaba sin vallar, pero circundado por una zanja para evitar que los carros de basura accediesen para arrojar desperdicios. ¡Estaba en el cogollo del actual Barrio de Salamanca! El segundo estadio fue el Campo de O’Donnell (1913-1923), junto al anterior, convertido en recinto para cobrar las entradas. Las denominaciones de Campo estaban más que justificadas.

He asistido a partidos en el antiguo Stadium Metropolitano (1923-66) con mi abuelo, en el Vicente Calderón (1966-2017) con mi hijo y en el flamante Metropolitano (desde 2017) con mi nieto. He visto los partidos que ha disputado el atleti esta temporada: Supercopa de España, Liga, Champions y Copa del Rey. Algunos en el estadio, por gentileza de mi yerno, la mayoría en la tele. Es el momento de hacer un diagnóstico de la temporada; no me atrevo a hacer un pronóstico para la próxima porque en el Atleti sería profecía. Es evidente que el seguidor colchonero respira con alivio (no con satisfacción) porque entramos otra vez en el sorteo de las bolas calientes de la Champions. Da casi igual quedar tercero o cuarto porque en la Liga no hay pódium como en el Tour, acaso el orgullo de quedar detrás de los monstruos (Simeone dixit). Lo peor son los siete millones de euros que han volado en casa. En cualquier caso, el Osasuna ha dejado claro que estamos donde estamos y gracias. Salimos de la Copa esquilados con toda justicia por nuestro primo hermano tras dos malos partidos (en esos que hay que dar la cara); quedamos entre los ocho mejores de Europa con la eterna miel en los labios por fallar goles cantados; perdimos en la semifinal de la Supercopa contra el Real Madrid en un partido vibrante pero mal defendido, primer problema.

Me comentaba un vecino de toda la vida, bético y futbolero experto, que el Atleti no ganará nunca la Champions con los planteamientos del Cholo. Me explica: si regalas medio campo y juegas en bloque bajo con arreones contados, el rival te presiona arriba, te cuesta un mundo salir sin rifarla y si sales de la emboscada el ataque estático es lento y previsible; eso si no te limpian el balón o das un mal pase en zonas complicadas y te quedas con la retaguardia al aire. La única opción es robar mediante ayudas y salir al contraataque, algo que el equipo practica desde el Campo de las Ranas, siempre que los jugadores que marcan las diferencias funcionen, es decir, definan, segundo problema. La idea en bruto del Cholo es simple: si no te meten goles es muy probable que metas alguno. Es la discutible filosofía del unocerismo.

Lleva razón el Cholo cuando nos recuerda que debemos valorar con orgullo lo conseguido, mirar el futuro con esperanza y que es muy difícil superar el listón: le faltó decir con el equipo que tenemos. Es imposible aspirar a mirar de frente a los grandes expresos europeos con una base de veteranos a la baja y juveniles en alza. Aunque nos duela, debemos reconocer que ningún jugador del Atleti sería titular en el Madrid. Los grandes nos doblan en presupuesto, pero no el Girona. Pero eso no es lo peor. Excepto algunos equipos de la Premier, dopados de petrodólares, el Paris Saint Germain, un club Estado que ficha a golpe de talonario, pero juega en una liga inútil para Europa y el Real Madrid de Florentino, bien gestionado de abajo-arriba y una fábrica de dinero a escala mundial, los demás equipos, portugueses, españoles, italianos, incluso alemanes tienen problemas económicos para renovar sus plantillas. El mismo Barça está endeudado hasta las cejas tras sucesivos apalancamientos, un estadio en obras y fichajes caros y poco productivos. Además de un vacilante cuerpo técnico y un presidente desnortado; sin mencionar otros temas inconfesables.

El plan renove del Atleti es muy complicado. Oblak es un excelente guardameta, aunque ha bajado su rendimiento porque se siente indefenso. Sus broncas a los colegas del área, especialmente a los laterales, son continuas. Esperemos que no se harte. En la línea defensiva el más fiable es Witsel, un mediocentro reconvertido en central que compensa la falta de rapidez con una excelente visión posicional. José María Giménez es un atleta comprometido, pero las interminables lesiones musculares son su punto débil. Reinildo fue la gran esperanza de color, pero tras su grave lesión no consiguió remontar; Molina ha ido de más a menos sin visos de solución. Los demás (Hermoso, Savic, Paulista) dejan el club o lo han dejado (Söyüncü). ¡Nunca se debió ceder a Javi Galán!

La línea medular es el tercer problema. Koke, imprescindible, ya no está por edad y físico en condiciones de pivotar el centro del campo; De Paul, vivo, muerto o sentado en el banquillo es tan impredecible como el gato de Schrödinger. Barrios y Riquelme son todavía brotes verdes, no figuras. La polivalencia de Llorente, en mi opinión, es más un inconveniente que una ventaja. Lino no está a la altura de Carrasco, aunque se salva. Saúl no se quiere ir porque su ficha es elevada. No tengo opinión formada de Lemar, sólo que fue una pésima inversión como la de Joao Felix, posiblemente de vuelta.

El cuarto, en terminología clásica, es la delantera. Griezmann es o era un top mundial, pero el Cholo lo ha exprimido hasta el agotamiento y las lesiones. Su segunda vuelta es, en general, para olvidar. Lo cierto es que este enganche todoterreno es el alma del Atleti: si no está o se sale del partido el conjunto se pierde. Morata se ha apagado: o falla goles cantados o está en fuera de juego o se mide a empujones con sus marcas. Es probable que salga al final de la temporada junto con Memphis, otro delantero acosado por las lesiones y la baja forma por falta de partidos. Sólo queda Correa, cuya única razón para que siga es que a Simeone le parece voluntarioso y muy buena persona.

sábado, 11 de mayo de 2024

Populismo

 

El principal problema degenerativo de todos los formas de gobierno es el populismo. Afecta (infecta) a todas las organizaciones del poder político: regímenes autoritarios, totalitarios, autocráticos, teocráticos o democráticos. La definición de la RAE es demasiado limitada: Tendencia política que pretende atraerse a las clases populares (normalmente usado en sentido despectivo). La explicación sistemática es demasiado amplia: tipos, teorías, métodos, personajes, historia, actualidad…

El populismo consiste en la sustitución de la argumentación ideológica sobre temas o problemas sociales, es decir, el razonamiento objetivo sobre las cosas mismas, por la persuasión emocional dirigida a la captación de votos mediante la cancelación del adversario que deja de ser un interlocutor para convertirse en enemigo público. Se recurre a la manipulación de los sentimientos para conseguir una aprobación sin mediaciones. Usa distintos atajos. Ya nos hemos referido a algunos: la posverdad, las falsas narrativas, la tergiversación histórica, los bulos virales, los videos trucados, los textos apócrifos, los mensajes mercenarios, las denuncias sin causa o las falacias lógicas.

Estas últimas son falsos argumentos que forman parte de la vida cotidiana. Con buena o mala voluntad abundan de manera incontrolada en la discusión de pareja, el bar, la tertulia, el editorial, el aula, el púlpito o el parlamento. En realidad, no hay forma humana de librarnos de ellas. Aceptamos, por tanto, “falacia” como animal de compañía. El único consejo es mantener una actitud atenta ante todo tipo de informaciones, explicaciones y discusiones. El problema es que no hacemos otra cosa a lo largo de la vida.

El populismo dispone de un eficaz arsenal de falacias lógicas cuyo fin es degradar el funcionamiento de las democracias y convertirlas en una torre de Babel ingobernable. La más extendida es la falacia ad hominem. Cuando un político es acusado de corrupción en lugar de contrastar los hechos denunciados se desacredita al acusador mediante el Tú más y el Ventilador biográfico en marcha. No se critica el contenido objetivo sino a la persona cuando es irrelevante para la verdad o falsedad de lo que dice. Aristóteles, en sus Refutaciones sofísticas, describió el sofisma de cuestionar al oponente en lugar del argumento. Una variante es el rechazo radical sin un dictamen técnico fiable de un proyecto de ley simplemente porque lo ha presentado tal ministro o cual grupo parlamentario.

Otra recurrente es la Falacia ad ignorantiam. Una suposición es verdadera sólo porque no podemos comprobar que es falsa y viceversa. No se puede demostrar lo contrario, luego lo que afirma es cierto. No se puede demostrar que no existe una conspiración, luego existe. La prensa sectaria, crecida y multiplicada, la utiliza para encajar los eslabones inventados de una farsa y publicarla como el escándalo del año. La presunción de inocencia es una de las primeras víctimas. No importa si se trata de una mentira con las patas cortas porque el perjuicio ya está hecho y nadie pedirá disculpas excepto por sentencia judicial en la penúltima página. Miente que algo queda. Se trata de una falacia particularmente grave cuando los Estados se sirven de ella (y abundan los ejemplos).

Entre las más solicitadas está la Falacia ad baculum. La aceptación de un programa político no se debe a sus objetivos y valores encaminados a la obtención del bien común (que diría Tomás de Aquino), sino a las consecuencias apocalípticas en caso contrario. Tras la amenaza (la fuerza en las dictaduras) se enumeran las siete plagas de Egipto apoyadas en estadísticas maquilladas, verdades a medias y fárragos sobados. Cada plaga arrasa una institución. Nosotros o el caos. Es una falacia de alcance medio, demasiado vista y tan antigua como el hombre. La mayoría de la gente constata que la estrategia del palo y la zanahoria es el lugar natural de la clase política. 

La Falacia ex populo defiende una propuesta sin verificar, porque supone que una mayoría aplastante de ciudadanos la respalda. Por ejemplo: Casi la totalidad de la población de la Comunidad Autónoma de... es partidaria de que se utilice exclusivamente la lengua materna en la escuela, la sanidad y la administración pública. Se mezclan sin rigor demoscópico las definiciones de lengua materna y lengua cooficial y su predominio. Ante la ausencia de pruebas suele apuntalarse mediante términos aseguradores cuya intención es presentarla como indudable para evitar su cuestionamiento y crear a su alrededor un cinturón de certidumbre. “Es evidente que”, “Es sobradamente sabido”, incluso “Está totalmente demostrado por la ciencia”, mientras los científicos se mesan en vano los cabellos en foros tapados ante semejante dislate.

Incurrimos en la Falacia de la pregunta compleja al hacer preguntas que conllevan suposiciones implícitas, sutiles o gruesas, que intentan convencer al otro de una premisa o una conclusión prefabricada; incorporan términos sesgados que contaminan el mensaje de modo irreparable. Es un recurso muy utilizado para envenenar el pozo, (suponiendo que se pregunte algo). Consiste en desacreditar la pregunta a partir de información negativa para condicionar la respuesta de la parte contraria. Normalmente el interpelado no se traga el anzuelo, no responde, cambia de tercio y se limita a repetir el guión que le han preparado los asesores. Es el arma de destrucción masiva predilecta de sus señorías durante las predecibles sesiones de control, debates parlamentarios, mociones de censura e inútiles comisiones de investigación. Por supuesto, aparece en numerosos entornos: en las ruedas de prensa al entrenador de fútbol, las entrevistas televisivas a los famosos o las escaramuzas tertulianas.

Por último, la Falacia de la ambigüedad, la más fácil, se produce cuando en una argumentación se introducen términos poco definidos semánticamente, polisémicos o fuera de contexto, lo cual nos proporciona un margen de maniobra tan amplio que permiten sostener cualquier cosa. Progreso, libertad, democracia, justicia, derechos humanos… 

PD. Definición de demagogo: el político que hace promesas que sabe que son mentira a una gente que sabe que es idiota.