jueves, 10 de mayo de 2012

¡Campeones!


Hay que saber perder (¡qué nos van a contar a los atléticos!) y saber ganar. Es la ética y la estética del fútbol, que no es un deporte propiamente dicho (c’est la guerre plutôt!). Y puesto que en las grandes finales sólo existe el bien o el mal y no hay grises como en la vida, lo primero es consolar a ese gran equipo vasco, joven y con casta, con historia y actualidad, que es el Athletic de Bilbao. Lo hicieron Antonio López y Simeone al acabar el partido; se hizo un pasillo cordial a los subcampeones y el célebre y nunca bien ponderado Cerezo puso por las nubes a la afición bilbaína (menos mal que no atribuyó la victoria a las bendiciones del Papa… ¿recuerdan la visita del club y sus palabras?: ¡Hemos estado con Benito 16!).
Además el Athetic es nuestro padre natural, algo que conviene señalar: el 26 de abril de 1903, un grupo de estudiantes vizcaínos de la Escuela Especial de Ingenieros de Minas decidió fundar un equipo filial del Athletic Club de Bilbao, el cual se denominó Athletic Club de Madrid. (¡Gracias por todo!)

Es la segunda Copa de la UEFA del Atleti en poco tiempo y forma parte de la herencia que dejo a mis hijos, sobre todo al pequeño, Nacho, que, como yo, es fiel seguidor de la religión rojiblanca, la única que profeso. Ahora mismo está en la fuente de Neptuno con bufanda y bandera en representación de la familia. ¡Este es el Atleti de mi abuelo, de mis padres, de mi hermano y el mío! Una mención especial para Ana, mi mujer, que es madridista (muy grave, en cualquier caso), aunque se desdobla en ferviente colchonera cuando lo requiere el amor por su niño. ¡Ya puedo morir tranquilo!

Digo lo mismo que el video oficial:

- ¿Papá -dice el tierno infante- qué es más importante, la Champions o la Europa League?

- (Silencio reflexivo) Eso depende...

La final de ayer es historia en el sentido literal del término: el campeón nos recordó al Atleti de leyenda, aquella escuadra genial que armaba su fútbol con una defensa rocosa, un centro del campo ágil y unas lanzas astutas y letales. El Glorioso. No cito nombres del pasado por no sollozar. Revivimos el famoso contraataque que nos hizo ganar ligas y copas, y medirnos con éxito a los grandes expresos europeos (esas multinacionales que nos birlaron al Kun y pronto pujarán por FalK.O.).

Todos jugaron, bien, hasta el utilero (¿por qué dicen “utillero”?), como explicaba Mario Suárez a la prensa. ¡Esta alegría de vivir no nos la quita nadie hasta el domingo! Un abrazo a la afición.

¡VIVA POR SIEMPRE EL ATLETI!

2 comentarios:

  1. te felicito por esta entrada, no soy del atletico de madrid pero reconozco que es un gran equipo
    deseo que luche por muchos titulos en los proximos años.

    un abrazo enorme

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  2. Gracias Cristian por acordarte de tu antiguo profesor. Te agradezco tu comentario y te deseo lo mejor, ya sabes que te aprecio.

    Un abrazo, Rodolfo

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